jueves, 6 de octubre de 2011

ACTIVIDAD ARTE EGIPCIO: COMPLETA EL ANALISIS Y COMENTA LA SIGUIENTE OBRA DE ARTE: RAHOTEP Y SU ESPOSA NOFRET

RAHOTEP Y SU ESPOSA NOFRET. IV DINASTÍA


Conjunto escultórico formado por dos figuras o diada, el ministro Rahotep y su esposa Nofret. Es un conjunto figurativo, de carácter costumbrista pues refleja un matrimonio egipcio de la clase dirigente, aunque su utilidad final sea funeraria. Es una escultura exenta pero presenta una fuerte frontalidad y adaptación al marco pétreo.
Pertenece al Imperio Antiguo, a la IV dinastía, alrededor del 2300 ac.

La temática es típica del mundo egipcio. Figura individual o conjunto escultórico, la figura humana es el tema fundamental. Bien sean idealizadas como las imágenes de los Faraones, bien sean figuras más realistas de funcionarios o escribas, todos tratan de ser recordados y de mostrarse tras la muerte en el más allá. Suelen ser conjuntos escultóricos funerarios.
Nos encontramos ante esculturas de , de cuerpo entero, con una función funeraria, pensadas para estar dispuestas en la tumba. El material es piedra arenisca tallada y policromada. Su excelente conservación proviene de las condiciones de sequedad propias del desierto egipcio.

Ambas figuras son tratadas de forma realista. No se acentúan los defectos pero tampoco se esconden: arrugas, calvicie incipiente, cráneos anchos, boca pequeña,... Sin embargo, aún siendo representaciones cercanas a la realidad, no expresan sentimiento alguno. Muestran un fuerte hieratismo, miradas perdidas, rostros inexpresivos, gesto vago. Son personajes muertos, deben de representar fielmente al difunto, su Ka o alma inmortal pero no sus sentimientos. Sólo buscaban un reconocimiento de su figura en la eternidad y reflejar así su poder en la tierra.
La composición es frontal, sólo muestra un plano de visión, descuidando los demás. Impera la ley de la frontalidad. Esta frontalidad e hieratismo se traduce en una composición cerrada, casi bloque donde piernas y brazos apenas destacan del cuerpo. Son figuras muy volumétricas, sus cabezas y extremidades casi parecen formas geométricas y no hay en sus cuerpos la suavidad y las transiciones suaves entre partes propias del verdadero realismo.
No hay perspectiva ni profundidad en la obra, no se superponen planos ni figuras; ambas están en el mismo plano y fuertemente vinculadas al medio de piedra del que surgen.
No hay movimiento, hay un fuerte estatismo que le hace perder vitalidad a la representación. Han de reflejar la inmutabilidad del alma inmortal, de ahí su carácter sedente y estático.
En cuanto al análisis significativo, Rahotep y su esposa Nofret representan un modelo perfecto de las características de la estatuaria egipcia, que se mantuvieron durante milenios.
-La casi totalidad han sido encontradas en las tumbas. Expresan la clave de un mundo que desea encontrar la llave de la eternidad. Consiguen, a través de formas simples, un mundo simbólico y eterno.
-Temas habituales: estatuas de dioses y faraones, relieves que narran historias de dioses y hechos gloriosos de reyes, pinturas de escenas familiares a los muertos, que llenan las cámaras de los hipogeos.
-Material: piedra caliza. Otras piedras más duras para los perfiles de los monarcas o dioses.
-Normas invariables sin necesidad de innovaciones originales. Se mantienen los mismos elementos a lo largo de su dilatada historia.
-Diferencia en los personajes representados: perspectiva jerárquica, más rigidez y convencionalismos en la estatuaria real y más realismo y flexibilidad en las estatuas y relieves del pueblo.
-Ley de frontalidad. El cuerpo humano resulta con la cabeza de perfil, pero con el ojo y el cuerpo de frente y las piernas de perfil. Posturas de pie, firmemente apoyados, adelantando una pierna; sentados, con piernas juntas y brazos pegados al cuerpo. Se evita que cualquier rotura accidental cause al Ka el dolor de reposar en un cuerpo mutilado (significado de la momificación).
-Inmutabilidad, hasta el movimiento, cuando existe, es la representación de una idea.
-La ausencia de volumen es característica de su concepto de espacio. Predominando lo plano, con una sistemática claridad compositiva. Los distintos objetos y escenas se organizan en bandas horizontales. La profundidad sólo se insinúa mediante la repetición de siluetas escalonadas.
-Color más oscuro para el hombre y más claro para la mujer.
-Hieratismo, frialdad y alejamiento del resto de los mortales.
-Arcaismos: ojos almendrados, falta de expresión en los rostros, mirada tensa al frente, rigidez en la manera de doblar los dedos y cualquier articulación…
La importancia de esta obra es que rompe con el academicismo faraónico al ser una obra encargada por un funcionario real que pretende su engrandecimiento personal y que su alma se convierta en inmortal. De ahí la necesidad de que no sea un nombre jeroglífico quien lo identifique sino un rostro real, verdadero. Esta tradición se mantedrá durante todso el arte egipcio y en su contacto con la cultura griega helenística se hará aún más patente. La fuerte tradición gremial y las pautas escultóricas de los talleres de Menfis impedirá una estatuaria más realista y más perfecta desde el punto de vista técnico, anatómico y expresivo.