Maltrecha herencia industrial
Muchas de las fábricas malagueñas de los siglos XIX y XX se han demolido o se encuentran abandonadas
Málaga fue la segunda ciudad industrial de España en el siglo XIX. Su importante papel dentro del panorama nacional continuó en el siglo XX. Esto ha propiciado un formidable patrimonio arqueológico industrial. Sin embargo, muchas de las fábricas malagueñas de estos dos siglos han sido demolidas o permanecen en un estado de abandono.
Málaga fue la segunda ciudad industrial de España en el siglo XIX. La producción y las avanzadas instalaciones de fábricas de tejidos, productos químicos, licores, siderurgia y azucareras convirtieron a la provincia en un enclave destacado dentro del sector secundario nacional. Las chimeneas que aún resisten el paso de los años y el cambio de la fisonomía urbana son testigos silenciosos de épocas de esplendor. Sin embargo, esta peculiar arquitectura es un patrimonio, a veces, olvidado. Es el caso de la fábrica de metales Metalsa, conocida como la popular fábrica de latas y cerrada desde hace tres años. Sus muros, que contenían parte del empuje que la industria dio a la Málaga del XIX, parecen haber perdido todo interés incluso para sus propietarios.
Desde el cierre y el traslado de la maquinaria a Algeciras no existe vigilancia alguna, lo que ha provocado que, poco a poco, archivos y piezas de importancia se hayan perdido. Entre estas piezas se encuentra un retablo cerámico de 1958 con la imagen de la Soledad de San Pablo.
'Málaga fue una de las ciudades industriales más importantes de España. Otros lugares han mantenido perfectamente esa memoria y han dejado constancia de esas épocas con edificios y monumentos industriales, como es el caso de Barcelona', dice Francisco Javier Rodríguez, profesor de Historia de la Universidad de Málaga.
Metalsa no es el único edificio sobre el que sus propietarios no parecen tener interés ninguno. La conocida fábrica de La Térmica, una central generadora de electricidad, propiedad de Sevillana, se encuentra en situación de abandono. Su torre tiene un plan de protección pero no sucede lo mismo con el edificio, superficie que podría ser aprovechable. 'La construcción del Paseo Marítimo de Poniente va a tener un efecto positivo en la zona, la va a revitalizar, pero esto va a provocar que se preste mucho a la especulación urbanística', afirma Rodríguez.
De hecho, muchas fábricas que hicieron historia fueron derribadas y solo quedan en pie algunas chimeneas. Mástiles de ladrillo que son las huellas del importante pasado industrial de la ciudad. 'La industria manufacturera tuvo su apogeo a mediados del siglo XIX. Las fábricas textiles, químicas o vinícolas fracasaron a finales de 1800 y dieron lugar a otras industrias nuevas como las eléctricas, las de transformación metálicas, el papel o la barrilería', relata Cristóbal García Montoro, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Málaga.
Con el siglo XX llegaron nuevas factorías como Tabacalera, una industria que no se materializó hasta los años veinte. La industrialización ha dejado en Málaga nombres tan importantes como los Larios o los Heredia, capitalistas que promovieron empresas siderúrgicas, textiles y químicas. También ha dejado restos arquitectónicos que, si logran ser conservados, formarán parte de la herencia histórica más reciente de la provincia.